Me dices tantas cosas sin palabras, adivino en tus ojos o en sólo una sonrisa, lo que hay en tu alma rebosan te de amor. Sé que está cerca el día en que toda esta farsa, rodará por el suelo haciéndose pedazos, como el más frágil vidrio sin poderlo evitar. Entonces caeremos uno en brazos del otro, sin saber dónde el ansia que nos ha enloquecido, su fuego apagará o aun más crecerá. Si alcanzara la vida para darnos los besos, la ternura y dulzura, o las caricias locas que nos hagan vibrar. Hasta la entrega ciega de todo lo que somos en cuerpo, en alma, en vida, para no separarnos nunca mi amor…jamás.
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