Marcaste mi alma
con tantos besos y caricias
que, aunque viva muchas vidas
jamás se borrarían, ¡quedaron impregnados!
Por siempre, para siempre
mi piel está acostumbrada a tu piel
tu piel a mi mano, tu frente a mi cabello
y nuestra piel se marchita sin nuestras caricias.
Estemos o no juntos
corazones cautivos y encadenados
nuestras caricias son parte de la existencia
en el paso de nuestro andar y en la calma de nuestros días.
En las noches oscuras
en el tibio y tierno amanecer
los besos, caricias y miradas son el edén
que abren nuestra alborada a la esperanza de un renacer.
Son nuestros labios
que tocan el alma y llenan de paz
se funden nuestros besos, comienzo al amar
e impregnados están los sellos que jamás se podrán arrancar.
con tantos besos y caricias
que, aunque viva muchas vidas
jamás se borrarían, ¡quedaron impregnados!
Por siempre, para siempre
mi piel está acostumbrada a tu piel
tu piel a mi mano, tu frente a mi cabello
y nuestra piel se marchita sin nuestras caricias.
Estemos o no juntos
corazones cautivos y encadenados
nuestras caricias son parte de la existencia
en el paso de nuestro andar y en la calma de nuestros días.
En las noches oscuras
en el tibio y tierno amanecer
los besos, caricias y miradas son el edén
que abren nuestra alborada a la esperanza de un renacer.
Son nuestros labios
que tocan el alma y llenan de paz
se funden nuestros besos, comienzo al amar
e impregnados están los sellos que jamás se podrán arrancar.
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